Reto Módulo 1: Reflexión acerca del TECHO DE CRISTAL existente para las mujeres en el acceso a puestos directivos.

 

Buenas tardes a tod@s y MUCHAS GRACIAS por vuestro interés en esta nueva entrada en mi blog acerca de la materia que nos ocupa: LA IGUALDAD DE GÉNERO de la mano del INAP.

En esta ocasión, nos invitan a reflexionar sobre una noticia de actualidad acerca de la desigualdad de género. En mi caso, me he decantado por hablar del famoso techo de cristal existente en la alta dirección ya que, conozco a varias mujeres empresarias y, a lo largo de mi experiencia profesional, he podido comprobar las luchas internas y externas por las que ha de pasar una mujer en este ámbito, por lo que me resulta de gran interés su estudio y reflexión. 

La noticia escogida es la siguiente: https://elpais.com/extra/formacion/2024-09-08/maestrias-para-romper-el-techo-de-cristal.html. Se trata de un artículo publicado hace apenas unos días en el periódico “El País”:

Las desigualdades de las que habla la citada noticia son, principalmente:

-Las cualificaciones de las mujeres en la alta dirección y su estrategia contra entornos             masculinizados.

-La presión social que sufren las mujeres en este ámbito.

-El famoso “síndrome de la impostora” que bien se merecería un análisis profundo en     alguna otra entrada en mi blog o en los distintos foros a los que nos han dado acceso.

-La Brecha de participación de la mujer, más notablemente en sectores relacionados con la ingeniería o la construcción, entre otros.

Todo ello, en mayor o menor medida, está relacionado con una idea que, desde hace días, sobre todo desde el directo del primer evento dinamizado celebrado el pasado miércoles, ronda en mi cabeza una y otra vez: “Las mujeres, en general, tienen que hacer más, para llegar al mismo sitio”.

En mi opinión y bajo mi experiencia personal, creo que, en gran medida, han influido e influyen en la actualidad los diferentes agentes de socialización que conocemos. Por ejemplo, en la familia lo más habitual es o era ver como el padre, tío o abuelo eran los que llevaban las riendas del negocio familiar o habían llegado a puestos directivos que les permitían “sostener” a la familia.

Otro claro ejemplo de agente de socialización podría ser la escuela. Pensando en mi niñez, y no soy tan mayor, me cuesta recordar el número de mujeres que pertenecían al cuerpo directivo del colegio e instituto…de hecho, creo que en todos ellos ha primado la existencia de “EL DIRECTOR”.

Una de las medidas para solucionar este problema y de las que se habla en el artículo que expongo es el de introducir programas de diversidad, equidad e inclusión. Es decir, que las empresas den formación adecuada a sus empleados y empleadas, independientemente de su género y posición en la empresa. De hecho, el mismo artículo cita las conclusiones del informe Women in Business 2024 en el que se concluye que, las empresas que apuestan por este tipo de políticas avanzan más rápidamente en la escalada de mujeres hacia la alta dirección.

Po otro lado, es cierto que hoy en día parece que avanzamos hacia una sociedad mejor y han mejorado mucho las cifras tal y como demuestra este otro artículo: Las mujeres ocupan por primera vez el 40% de los puestos directivos en España, la mayor tasa de la UE | Grant Thornton.

Además, cada vez es más normal rodearse de mujeres empresarias, directoras, emprendedoras, lo que me hace pensar que, aunque quedan muchos pasos por dar, vamos en la dirección correcta.